3 ene 2011

Poemas/Canciones

El Pescador Demente

Sin saber que persigue
lo que es imperseguible,
en el mar de las persecuciones
inciertas y muertas,
se hunde hasta la rodilla
en las tardes de calor.
Doblándose los pantalones
como única precaución,
pone media pierna en el barro
como si fuera suficiente,
el pescador demente.


El  Pescador Demente (segunda parte)

Mira en el agua su reflejo
y no se ve a él mismo.
Mira más allá en el agua
lo profundo e infinito.

Cava en la tierra
más abajo de su sombra.
No va a encontrar
hasta que deje de soñar

La demencia total
o ser otra máquina más
y al despertar
no recordar


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Demasiado

Después de hundirse en el mar.
No paraba de vomitar agua con sal.

Sigue cayendo cada noche
de un tropezón,
después de cada tarde
con ruidos de tambores
o el eco de viejos ruidos
de viejos tambores...
Y se pincelan los amaneceres
como flechas en el aire
en naranjas bien chirreantes.

Algunas celebraciones
son demasiado largas
y eso es mas que cierto
porque siempre quedan sobras.

Y los recuerdos contaminan todo
lo que se mira de reojo
cuando a penas podés moeverte
entre ruidos de tambores...



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Indoors

Apiladas impresiones
en rincones de mi mente
quiero visitar hoy
enh la soledad de mi interior.
En la realidad única que soy,
más que confrontar, con el mundo exterior
lleno de muertas repeticiones forzadas,
manupuladas, adulteradas,
que no son si verdad
ni siqueira, la de alguien más.

Asumir la sensación de un eco ajeno,
en mi propia voz,
que siempre estuvo
sin mi permiso
sin mi atención



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Reloj que adelanta

Reloj que adelanta, quisiera tan solo
alcanzar como ave tu poesía.
Y con mi estúpido afánde estrella, me lastimo.
Y con tu inminente rendición al instinto nomás, me alimento.

Alas y plumas de colores intento
para quizá de nuevo atraerte;
que nunca me fueron afines las cadenas.
Capaces serían siquiera
mis más borrachos sueños delirantes
de un plan tan ambicioso,
tan macabro: retenerte.

Qué hay en esa no-presencia tuya
que me sesangra?
Hallo en el eco de mi alma
tal vez tu reflejo difuso
pero no, ninguna respuesta;
jamaz alguna otra cosa
que pudiera salvarme
de este pinchudo frío insistente.